Los nuevos conocimientos hallados en la investigación producen un cambio en nuestra forma de vivir y en nuestra cultura. Un claro ejemplo de ello es el descubrimiento de la relación entre el hábito de fumar y el cancer de pulmón encontrada en 1965 por el professor Austin Bradford Hill.  A lo largo de estos años, nuestra sociedad incorporó este conocimiento técnico al sentido común, cambiando nuestra manera de pensar y nuestro comportamiento.

En la actualidad,  las propagandas del Tabaco están regularizadas y ya no está permitido fumar en locales públicos. Son muchos los beneficios que este cambio de comportamiento ha traído a nuestra sociedad: reducción de infartos cardíacos, de accidentes vasculares cerebrales (AVCs) y de niños enfermos por la exposición pasiva al Tabaco.

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